martes, 31 de mayo de 2011

"ESTRÉS LABORAL"

La obra de José Mª Martínez Selva describe los distintos tipos de estrés laboral que pueden darse en la empresa y cómo abordarlos. Generalmente están desencadenados por los retos internos y externos a los que se enfrentan las empresas hoy en día, como la gran competencia, la reducción de costes y plantilla, fusiones, cambios en la cultura corporativa, la productividad y las crisis económicas, entre otros.
Se expone, desde un punto de vista científico pero accesible, qué es el estrés, cuáles son sus consecuencias psicológicas y fisiológicas y los daños que causa a la salud. De todas formas, Martínez Selva reconoce que  “los propios psicólogos no nos ponemos de acuerdo en definir qué es el estrés. Es difícil de evaluar y de medir, debido a su naturaleza subjetiva. Especialmente, hay problemas para determinar si un trastorno psicológico se debe o no al estrés”.
Igualmente se detallan los tratamientos generales para abordar el estrés. Se distinguen, por separado, los principales tipos y situaciones de estrés laboral. En la obra también se tratan otro tipo de situaciones que no corresponden exactamente al estrés: síndrome del quemado (burn out), fatiga crónica, acoso sexual, acoso laboral o moral (mobbing), estrés tecnológico, síndrome de estrés postvacacional, conflictos en el trabajo, desempleo y estrés, etc. Ahora bien, el autor advierte que “todos los trastornos psicológicos no se deben al estrés, ya que pueden derivar de la personalidad o de experiencias previas. Todas las personas estresadas no desarrollan trastornos o enfermedades: todos poseemos recursos y mecanismos de protección, que nos pueden proteger con mayor o menor éxito del estrés”. Y añade: “Puede darse un abuso en atribuir al estrés la culpa de trastornos psicológicos variados. De hecho está incluso “bien visto” quejarse de estrés, ya que tiene connotaciones más positivas que otros trastornos como la depresión”.
Al contrario que otros títulos de estas características este libro no sólo trata el tema del mobbing sino que trata otros tipos de estrés en la empresa. El objetivo de la obra es doble: por una parte aliviar o ahorrar sufrimientos al empleado y, por otra, evitar o atenuar las repercusiones del absentismo o de la pérdida de motivación en el curso de las actividades de la empresa. También se analizan en el libro los aspectos legales que se derivan de estas situaciones, como son los que acompañan a la incorporación de nuevos supuestos en los que puede reclamarse una indemnización, o las nuevas tipificaciones legales que pueden ser perseguidas por la jurisdicción penal.
Evitar caer en una situación de estrés es importante, en la medida que se pueden ahorrar muchas consecuencias negativas, tanto para el empleado como para la empresa. “Baja el rendimiento laboral. El trabajo se vuelve ineficaz y poco productivo, con descenso en su calidad. Arrecian las bajas laborales, el absentismo, la rotación no deseada, aumentan las quejas de los trabajadores, los conflictos interpersonales, se deteriora el clima laboral, aumenta la insatisfacción con el trabajo, la desmotivación y se pierde el compromiso con el proyecto empresarial. Muchos de estos factores acarrean pérdidas económicas a la empresa que pueden llegar a ser importantes: bajas laborales y su sustitución, rotación del personal, gastos de nueva contratación, incluyendo la selección y formación del personal”.
Para poder evitar este tipo de situaciones es importante conocer su origen. Los factores desencadenantes del estrés en el mundo del trabajo son, según el autor:
Condiciones físicas: acústicas, térmicas, posturales, espacio, iluminación, ventilación. Distribución y organización temporal del trabajo: duración, fechas tope, velocidad, trabajar contrarreloj. Carga de trabajo, por exceso o por defecto, ya que también existe el estrés por aburrimiento. Nivel ocupacional: subempleo, conflicto o indefinición de roles sin saber bien qué se espera de uno, o por exceso o falta de responsabilidades. Conflictos con los compañeros o con el superior inmediato, falta de comunicación con ellos. Problemas en la estructura de la empresa o relacionados con el clima laboral: mala comunicación interna, baja satisfacción y motivación laborales. Falta de reconocimiento o apoyo por parte de la dirección. En la tarea de prevención, la empresa tiene una responsabilidad relevante, en el sentido que puede prevenir el estrés basándose en tres ejes, según Martínez Selva:
Elevar la satisfacción laboral, abordando las fuentes de satisfacción y de insatisfacción: condiciones de trabajo, reconocimiento de las tareas, relaciones entre los empleados, posibles conflictos, participación, que el trabajador sea informado y consultado. Evaluar y mejorar el clima laboral, lo que puede incluir las nuevas técnicas de evaluación del personal por competencias, desempeño, objetivos, la conexión entre evaluación y retribución, establecimiento de planes de promoción y de carrera profesional. Aumento de la motivación, con medidas variadas desde una buena comunicación interna, participativa, planes de retribución y compensación.

1-01-2010
Noticias.com

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