martes, 3 de mayo de 2011

"Demasiado Estrés. Medítalo"

DEMASIADO ESTRÉS, MEDÍTALO
 
"Tras un arduo día de trabajo,
Laura se sienta en el sofá de casa
y se observa durante un buen
rato. Medita, como cada día.
Laura (prefiere no citar su nombre
real) tiene 41 años y dos hijos
pequeños. Es una exitosa directora
financiera de una multinacional
estadounidense enMadrid.
Su cargo le genera un alto
nivel de estrés que ni el golf ni el
tenis que practica con devoción
son capaces de rebajar. Se apuntó
al yoga y la meditación por
recomendación de un amigomédico.
Y parece que le funciona.
El caso de Laura no es único.
En los últimos años se ha generalizado
la práctica del yoga, taichi,
chikung y otras modalidades
alternativas a los deportes
convencionales. Se calcula que
hay 500 millones de practicantes
de yoga en todo el mundo,
desde niños a personasmuymayores.
Sólo en Madrid y Barcelona
los centros de yoga y similares
superan el centenar. En centros
cívicos y gimnasios, lasmilenarias
asanas (posturas yóguicas)
o de taichi conviven con el
hidrospinning (pedalear en el
agua) o el aerobox (basado en el
entrenamiento de boxeadores).
¿Qué motivos hay tras tanta
cultura alternativa del bienestar?
¿Mantener el cuerpo? ¿Un
bálsamo para sobrellevar el ritmo
diario? ¿Algo más profundo?
Según la Encuesta de Calidad de
Vida en el Trabajo delMinisterio
de Trabajo, un 47% de personas
afirmaban en 2006 tener niveles
altos o muy altos de estrés; en
2001, sólo el 31,8% lo sufría siempre
o frecuentemente. Pocos lo
combaten con piscinas o el fútbol:
aunque muchos pasean cada
día como ejercicio físico, el
63% de los españoles entre 15 y
74 años afirma no practicar ningún
deporte convencional, según
una encuesta sobre hábitos
deportivos realizada por la Universidad
de Valencia en 2005.
Pero, ¿y si sólo fuera una moda?
“Hay una crisis generalizada
y la gente está preocupada, lo
reconozca o no; es el sálvese
quien pueda, lo cual significa tener
el último televisor y otras
cosas, y sobrevivir, cada cual como
puede”, dice Magda Catalá,
doctora en filosofía, psicoterapeuta
y estudiosa del budismo.
En su opinión, la mayoría sigue
una moda y acude “a un supermercado
espiritual en donde escoge
supuestas salidas al estrés,
la competitividad y la agresividad
que flotan por todos lados”.
Sólo unos pocos, añade, realmente
buscan dentro de sí mismos
para crecer y evolucionar, “pero
no son caminos de simplificación
de la vida, sino de compromiso
serio y de trabajo intenso
que se ha de complementar, a
veces, con terapias o retiros de
meditación prolongados”.
Pero no es fácil dejar el ego
en el armario. Los ejercicios
orientales no sirven demucho si
se hacen desde fuera de la persona,
dice Catalá. “Antes se hacía
jogging, ahora taichi o yoga; dentro
de un tiempo será una mezcla”.
“Algunos lo hacen como
una píldora tranquilizante; esto
es válido y respetable, pero si no
hay un compromiso serio, en general
ligado a algún cataclismo
en la vida que te obligue a cambiar,
pocas veces nos dirigimos
hacia un camino que es arduo y
cuesta arriba”.
De igual modo, Luis Enrique
Alonso, catedrático de Sociología
de la Universidad Autónoma
deMadrid, cree que las actividades
físicas responden, en muchos
casos, “al narcisismo de
presentación del cuerpo, la estilización....."

Joan Carles Ambrojo

EL PAÍS, miércoles 28 de mayo de 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario